martes, 31 de octubre de 2017

LO QUE NO SE VE, ...NI SE ESPERA, por Rhodéa Blasón


   El aforo del teatro estaba completo. Se escuchaba el rumor habitual de las voces del público mientras no se apagaban las luces y se abría el inmenso telón de color rojo escarlata. La noche prometía diversión garantizada con la actuación del gran mago e ilusionista Montriz, llegado del otro lado del océano después de conseguir innumerables éxitos por aquellas lejanas tierras. El timbre, con su estridencia, anunció que la función estaba a punto de comenzar. Se apagaron las luces, poco a poco, y la cortina se abrió en dos para dejar ver un enorme cajón de cristal, colocado en el centro del escenario, y al que apuntaban directamente unos grandes cañones de luz. Se escuchó un fuerte aplauso y se vio acercarse un enjuto hombre vestido de negro, de pequeña estatura y que parecía que estuviera a punto de quebrarse a cada paso que daba.
    Su voz apenas era audible, pero los espectadores intuyeron que buscaba un voluntario para estar con él durante el espectáculo. Una mujer joven corrió hacia las escaleras, quizá buscando protagonismo o que alguien le sacase una foto con alguien famoso. Iba a comenzar la gala. Él le explicó a ella y al auditorio que debía envolverse en una manta que le mostraba, que sería atada, y que con una grúa especial la introduciría en la urna acristalada. La mujer debería pensar con su mente un lugar al que le gustaría viajar y allí aparecería. Ella sonreía y la concurrencia no dejaba de aplaudir sonoramente.
     Los movimientos del mago eran rápidos, parecía un ratón jugando con un trozo de queso. Cuando tuvo a la mujer en el baúl miró fijamente al público:
     -Cierren los ojos unos momentos, por favor, es necesario para el éxito de mi espectáculo, les indicó con una voz cavernosa
      Así lo hicieron los espectadores. Pero comenzó a pasar el tiempo y no se escuchaba sonido alguno ni orden ninguna de Motriz y los más inquietos empezaron a separar sus párpados.
    -Ooohhh, ooohhh, ....
     El escenario estaba vacío. Nadie supo nunca lo que había ocurrido en apenas unos minutos de ceguera consentida por parte del público. Todos salieron desilusionados del teatro y el novio de la joven gritaba por ella. Le explicaron que aquel mago era sorprendente y que tal vez ya la había transportado a su hogar y que allí le estaría esperando.
     Lo que nadie sabía era que a Motriz le gustaba degustar la carne humana y si era tierna más. Cuando él desaparecía con una víctima, esta no volvía a aparecer nunca. Pero como gran ilusionista que era nadie pensaba en lo que ocurría realmente en algunos de sus espectáculos.
     Feliz Halloblogween 2017



    Más relatos en el blog: http://www.teresacameselle.com/2017/10/halloblogween-2017-lo-que-no-se-ve.html

viernes, 13 de octubre de 2017

¿LOS MAYORES ESTORBAN?, por Rhodéa Blasón

     En silencio, en la penumbra de la noche, se agazapaba en forma de ovillo entre los arbustos en busca de paz. Sentía miedo y frío, pero le gustaba aquel lugar, desde que había tenido que abandonar el hogar en el que había vivido durante tantos años en compañía de aquel hombre huraño con los demás, pero que a el le procuraba siempre comida, caricias y una cama caliente. Tardó en darse cuenta de que allí no le querían; buscaba con desesperación a su compañero de años y no lo encontraba, lo apartaban con patadas que le dolían en el corazón, por lo que decidió buscar otra casa para vivir. No contó con que era demasiado mayor para que nadie quisiera tenerlo a su cargo, había perdido agilidad, y no veía forma de que nadie lo quisiera. No se hacían cargo los seres humanos de sus mayores e iban a querer un gato de edad con ellos. Se dio cuenta rápido de que el hombre huraño, era callado por lo dura que había sido su vida, pero era un buen amigo y fiel compañero de fatigas. Ahora, como muchos mayores, el gato se encontraba solo, empezando una nueva vida, durmiendo en el parque y sin saber si comería al día siguiente. Penurias de una vida en la que todos los mayores parece que estorban y a los que nadie quiere en su casa.

Foto: http://www.mundogatos.com/

miércoles, 11 de octubre de 2017

COLORIDOS IMAGINARIOS, por Rhodéa Blasón

      Desde mi ceguera ocular me imagino la amplia amalgama de coloridos espectaculares que pueden girar a mi alrededor. Quiero ser positiva, y ver con mi mente los verdes de la naturaleza, los azules del mar y del cielo, los ocres rojizos del otoño, los rojos vivos de los barcos pesqueros atracados en el muelle de piedra gris, la brillante arena que regala a quien la mira iridiscentes reflejos de múltiples colores producidos por su contacto con los rayos solares, ...Cuánto daría por volver a tener luz en mis luceros por unos segundos!!! Pero la vida no nos da nada más que una oportunidad. Mientras tuve vista no supe apreciar la magnificencia que se me ofrecía gratuita ante mí y ahora sólo me queda fantasear con lo que creo que es y puede no ser. Incluso trato de ponerle colores a los olores que mi olfato percibe, pero no dejan de ser sueños imaginarios de una mente solitaria y sumida en una obscuridad llena de penumbra que aunque sueñe con colores no puede apreciarlos.

viernes, 6 de octubre de 2017

HISTORIA DE UN MIEDO, por Rhodéa Blasón

    Desorientada, fría, desnuda, contraída, esquiva, ...Tu caparazón me cubre pero no me proteje de mis sentimientos. Obscuridad, eco, tristeza, soledad, ...Pensé que era un sueño que desaparecería al despertar, pero permanezco aquí. Escondida, asustada, temblorosa, ...Mis ojos no dejan de mirar tu impenitente lengua que los hace mecerse de un lado a otro. Mareo, desamparo, exposición, ...Mi miedo y mi ceguera me impiden moverme y buscar la realidad. Quiero salir y ver la luz!! El inmenso peso de lo que me tapa me lo impide. Quién puede pensar que intenté escapar de la vida en el interior de una campana en el que entré a rastras. No sé que ocurrió, me despertaron los fuertes golpes de su badajo y vi que estaba apoyada en la piedra. Aquí moriré!!!

miércoles, 4 de octubre de 2017

"CON CANCER SE PUEDE VIVIR", por Rhodéa Blasón

Este artículo va dedicado a todas las personas que padecen una enfermedad estigmatizada durante muchos años y que llegó a ser sinónimo de muerte: EL CÁNCER

       Quiero que aunque estamos en el mes de buscar más medios frente al cáncer de mama, cualquier persona que padezca esta dolencia en cualquiera de sus dimensiones y colores sepa que su vida puede continuar, con más o menos limitaciones, pero tiene que seguir disfrutando de sus seres queridos y de ver amanecer cada día. Yo, como enferma de cáncer, como vosotros, abogo siempre por la prevención, por la lucha antes de que aparezca cualquier síntoma, porque así serán menos agresivos los tratamientos. Pero, en el peor de los casos, pensad con positivismo ante este padecimiento, mirarlo con coraje, de frente, y, sobre todo, no decaigáis, apoyaros en quienes os quieren y sufren con vosotros. Sabed que la medicina oncológica ha avanzado enormemente, a pesar de que los investigadores no siempre cuentan con los medios económicos necesarios, que hay figuras altruistas que donan tecnologías más eficaces y efectivas para que la enfermedad se vea en sus estadíos más primarios, y que tanto cirujanos como oncólogos trabajan en paralelo para que nuestra calidad de vida sea buena y cada vez mejor.
       Yo vivo, a pesar de mis altibajos, y como yo debéis hacerlo vosotros. Cada persona debe ser consciente de que los pacientes oncológicos somos los más estudiados de cualquier centro hospitalario, tenemos que confiar en nuestros médicos, obedecerles o intercambiar con ellos impresiones sobre nuestras sensaciones, y pensar que los tratamientos actuales funcionan y responden bien ante cualquier tipo de patología cancerígena. Yo siempre digo que #viviresloquecuenta y poder disfrutar de todo lo que nos ofrece la vida, día a día, es un inmenso tesoro que hay que agradecer.

     Desde mi punto de vista, no debemos escondernos, porque no hemos elegido estar enfermos; no tenemos porqué escuchar "cantos de sirenas", sino están debidamente oficializados médicamente; y tampoco podemos creer que somos tan fuertes que podemos con todo. Para ayudarnos está la @aecc_es que con sus extensas ramas que llegan a cualquier punto de nuestra geografía y a sus eficaces voluntarios que acuden a donde son requeridos para ayudarnos a superar las situaciones que hayamos de afrontar por difíciles que sean. No tengáis miedo de pedir ayuda, no es un síntoma de cobardía sino de valentía.